jueves, 5 de noviembre de 2015

refleccion...

¿Cómo dejar las adicciones?
Lo primero es querer dejarlas. A veces estamos cómodos con nuestras adicciones, y no sabemos lo felices que podríamos ser si nos librásemos de ellas. Otras veces las adicciones son tan fuertes que nos aterra la posibilidad de dejarlas, pues el camino de salida se ve demasiado difícil. En cualquier caso, el primer paso es tomar la decisión.
El comienzo puede ser difícil. Reconocer que tenemos un problema nos hace sentir débiles y daña la imagen que tenemos de nosotros mismos. O quizás tengamos que pedir ayuda a alguien más y el orgullo o la vergüenza nos lo impidan. De cualquier forma, reconocer que queremos cambiar y dejárselo saber al mundo es una parte importante del proceso. No tengas miedo de pedir ayuda, sobre todo si la adicción es fuerte y te está causando mucho daño.
Una vez has decidido que quieres cambiar, los siguientes consejos pueden serte útiles:
  • No te castigues
La culpa no sirve de nada. Ser duros con nosotros mismos no soluciona el problema; por el contrario, lo empeora. Para entender esto es importante reconocer que muchas veces recurrimos a las adicciones cuando nos sentimos mal. De este modo, si nos castigamos y nos sentimos mal por ser adictos, estaremos invitando a las adicciones. En vez de castigarnos, lo mejor que podemos hacer es perdonarnos y tratar de sentirnos lo mejor que podamos. De esto se deriva el siguiente consejo:
  • Has cosas que te hagan sentir bien
En otras palabras: enfócate en lo que quieres y retira tu atención de lo que no quieres. Lo que quieres es sentirte bien, ¿no? Bueno, entonces busca actividades que te hagan sentir bien. Si te enfocas en reprimir, solo le darás más fuerza a las adicciones. Es como cuando dejas de comer harinas por una semana; lo más normal es que a la semana siguiente te desquites y comas el doble. Deja de pensar en lo que no te gusta. Por ejemplo, si quieres dejar de fumar, piensa en las cosas que te gustaría hacer de las que no eres capaz ahora y enfócate en ellas. ¿Quieres correr una hora sin cansarte?, entonces inscríbete en un gimnasio y comienza a correr. Cuando te sientas bien, tu cuerpo naturalmente comenzará a rechazar el cigarrillo. No es que tú te esfuerces por dejar la adicción, ella se caerá sola.
  • Busca un ambiente apropiado
El espacio en el que habitamos influye sobre nuestros hábitos. Para dejar las adicciones es importante pasar tiempo en lugares que nos permitan relajarnos. Es recomendable no estar por largos periodos de tiempo en espacios cerrados. Es de gran ayuda salir a pasear, estar en contacto con la naturaleza y visitar amigos que tengan hábitos saludables.
  • Aprende a disfrutar de ti mismo
Por último, proponte estar a solas regularmente y enfócate en disfrutar de esos momentos. Siéntate de vez en cuando en silencio por unos minutos y goza de tu presencia. Buscar algún método de meditación puede ser de gran ayuda. Cuando logres ser feliz simplemente por estar contigo mismo, podrás disfrutar de todo y ya no te harán falta las adicciones.

tener una adicción repercute de manera negativa no solo en uno mismo, sino en el entorno que nos rodea. ¿Te has puesto a pensar alguna vez en el dolor de esos padres, que tienen que ver la autodestrucción de sus hijos? ¿En la impotencia de los amigos al saber que no pueden hacer mucho, por una persona que ha decidido tomar un mal camino? ¿En el horrible final que puede aguardar el resultado de un vicio? Si no lo has hecho, quizá las frases para reflexionar que hemos traído el día de hoy te ayuden a hacerlo.
adicciones
  1. Tu adicción no es el resultado de tu fracaso, sino de tu temor a triunfar en la vida. Siempre estás a tiempo de convertirte en una mejor persona, no dejes que los vicios te arrastren a tal punto que un día te despiertes, y sea demasiado tarde.
  2. No son las drogas o al alcohol las que van a darle sentido a tus días. Los problemas se enfrentan, porque si los evades seguirán persiguiéndote hasta tu muerte. Haz algo por ti mismo y aprende a levantarte sin ayuda de sustancias nocivas. Tú tienes el poder para hacerlo.
  3. Nos refugiamos en un mundo virtual, quizá por el miedo a mostrarnos como realmente somos en la realidad. Nos creamos un entorno perfecto, con cientos de amigos y cosas emocionantes que a fin de cuentas, son falsos. ¿No vale más la pena vivir una vida auténtica, aunque pueda haber desilusiones, que escudarse detrás de la pantalla fingiendo que estas no existen?
  4. La bebida no te dará las respuestas que necesitas, ni te hará olvidar a quién te abandono o las preocupaciones que puedas tener. Siempre he pensado que es más de valiente, el hecho de asumir las cosas como son en vez de tratar de negarlas.
  5. Probé muchas cosas en la vida, intentando buscar emociones que pudieran sacarme de una rutina que me estaba asfixiando. Y ciertamente viví con emoción, pero también aprendí que no se puede dar marcha atrás. Nunca fui verdaderamente consciente de que lo que más me gustaba, me estaba destruyendo.
  6. Una vez me dijiste que solo se podía ser feliz, evadiéndote del miedo y las cosas malas que nos rodean. Pero lo cierto es que nunca van a desaparecer, mira a nuestro alrededor, siempre va a haber maldad en las personas y en el mundo. Y también van a haber cosas buenas, amores por conocer y gente generosa. Quiero descubrir todo eso estando en mis cinco sentidos.
  7. No digas que no puedes hacerlo. Siempre vas a tener mi mano aquí para ayudarte a levantar. Cuando recaigas yo estaré cerca de ti, con tal de que no vuelvas a hacerte daño. Pero no trates de negar que tienes la capacidad para dejarlo, porque sabes que no es así.
  8. Si piensas que fumar, beber o drogarte, o ir a la cama con cualquier te hará una persona más madura, es porque aún no conoces el verdadero significado de la palabra madurez. Ser maduro no significa tomar decisiones arriesgadas porque sí, sino tomar los riesgos porque vale la pena hacerlo de verdad y no para sentirte en las nubes por un minuto.
  9. Nunca he tratado de probar “cosas nuevas” porque tengo todo lo que necesito. Mi salud y el hecho de estar rodeado de personas a las que les importo, siempre he sido suficiente para mí. Si esto no es lo bastante bueno para ti, entonces no puedes inspirarme otra cosa más que lástima.
  10. Para disfrutar de la vida, necesito utilizar todos mis sentidos de manera consciente. Prefiero quedarme con un solo recuerdo lúcido, que tener miles de ellos borrosos.

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